

Ayer me topé con un ex, de esos con los que se te armaron lo un mil quilombos, disculpá la expresión. Esas relaciones en las cuales mostraste lo peor de vos, en las que uno se encuentra haciendo cosas que jamás pensó que iba a hacer. Y ni que hablar él. Una historia decadente, en la que en el fondo había cariño, pero ese cariño que uno no quiere, esa pasión que no sirve para nada, que no nos hace feliz.
Cuestión el señor me ignora, hace como que no me conoce, como que nunca me vió, algo así como que me declaró invisible. Tiene una técnica maravillosa, que ahora mismo paso a describir, me mira la punta de la oreja, es decir, mira hacia mí pero no hace contacto visual, sino que es como que observa el infinito y el infinito queda en la punta de mi oreja. Entonces, no sé si está por mirarme, esbozo una carita de hola, luego me doy cuenta que no y así comenzamos nuevamente la lucha de poderes que caracterizó nuestra relación.
Dicen que con otra gente es buena persona, yo sigo viendo al mismo, pero sin rencores, a la distancia. A una distancia prudentísima que queda en la punta de mi oreja.
Por eso elegí estas fotos para el día de hoy una femme fatal ya en retirada, más mala que una araña pollito, con un escote PROFUNDO, que el susodicho nunca más volverá a tocar.
Ph: Rocío Beistain
Estilismo: BIMBA
Modelo; Fla!!
gracias a Natalia Joannaz